Torneo Final | Boca 1 - River 1
Fue 1 a 1 con los goles conseguidos por Lanzini, a los 46 segundos de iniciado el encuentro (récord en la historia del Superclásico), y Silva, a los 40′ del primer tiempo. Boca estiró un partido más su racha adversa sin triunfos, mientras que los dirigidos por Ramón Díaz no pudieron acercarse a Lanús, líder del torneo.
En la primera maniobra del partido se equivocó Burdisso y la pelota le quedó a Sánchez, quien metió un perfecto centro que Lanzini conectó de cabeza para poner el partido 1 a 0 prácticamente desde el vestuario.
A partir de ese momento, cualquier plan de juego pensando antes del arranque se desmoronó y River quedó frente a una situación envidiable: esperar para liquidar de contra con la velocidad de Iturbe y Funes Mori.
Así fue que Boca intentó llegar al arco de Barovero, pero siempre le faltó precisión para generar peligro; mientras que los delanteros del Millonario se cansaron de desperdiciar oportunidades.
Cuando se acababa el primer tiempo y parecía que se iba con el gol de Lanzini solamente, Erviti armó una buena maniobra que terminó con Silva anticipando a todos para marcar el empate.
En el complemento el equipo de Bianchi salió con otra actitud. Concentrado y metido en el partido empezó a presionar en todos los sectores del campo y si bien no creció en lo futbolístico, manejó la pelota varios metros más arriba que en la primera parte. River ayudó a ese crecimiento, porque le costó más adueñarse del balón y ya no tuvo la explosión en ataque de los primeros 45’.
De todos modos, el fútbol estuvo presente en pasajes muy cortos y las imprecisiones, las infracciones y las interrupciones por cuestiones ajenas al fútbol cobraron un excesivo protagonismo que terminaron desvirtuando un partido que nunca tomó el vuelo esperado en la previa.
Más allá del presente de ambos y teniendo en cuenta lo que significa ganar el clásico, era River el que más necesitaba el triunfo para no quedar tan lejos de Lanús, líder del certamen, aunque no hizo prácticamente nada para conseguirlo. Boca sufrió en el comienzo, lo niveló en el complemento e insinuó algo más, pero tampoco pudo alcanzar un buen rendimiento. El empate terminó ajustándose a un desarrollo que por momentos pareció mejorar, pero en líneas generales careció de juego. Así los dirigidos por Bianchi, llegaron a los 11 partidos sin ganar, convirtiéndose en la peor racha de la historia Xeneise.
Mirá los goles:
La expulsión de Ramón:
Fuente: FPT.
Editado por Sólo Fútbol.
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