En Santa Fe y bajo la lluvia, Colón venció a Arsenal con un golazo de Prediger y sumó su quinto partido sin perder: consiguió 13 de los últimos 15 puntos jugados. Suma, sube en la tabla y sueña con la Sudamericana.
Le cambió la vida. La llegada de Pablo Morant hizo que la realidad de Colón diera un vuelco. A siete puntos de Lanús y Newell’s (al menos hasta que los punteros jueguen), este Sabalero sabe a qué juega y lo plasma.

No la tuvo fácil el equipo de Morant ante un Arsenal que se paró bien cerradito atrás y con mucha gente. Y que, en cada ataque, intentaba ser punzante. Así, los hombres de Alfaro tuvieron la mejor del primer tiempo: gran jugada colectiva, Aguirre la bajó de cabeza al área chica y Benedetto definió mal delante de Pozo. Esa jugada fue la que encendió al local. La tuvo Bernardello, la tuvo Gigliotti en la última del primer tiempo y también una en el inicio del primero. Hasta que llegó el jugadón de Prediger, que entró a pura gambeta para definir al primer palo, abajo, difícil para Campestrini. Después, Colón lo manejó con inteligencia, intentó neutralizar a su rival y cerró la victoria para seguir soñando. Con la moral altísima, ¿por qué no soñar con más? La Sudamericana no está lejos.
Fuente: Diario Olé.
Editado por Sólo Fútbol.
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