Torneo Final | Independiente 1 - Unión 1
Independiente no sale: Unión le empató cerca del final con un gol de Aleman, el 1-1 lo mete más en el descenso y la situación de Gallego, con seis partidos sin ganar, se complica cada vez más. ¿Seguirá el DT? Hubo masivos silbidos al final.
Crónica de una muerte anunciada. Porque a Independiente todavía le queda vida, todavía tiene algo de esperanza en los desbordes de Montenegro y en la valentía del pibe Fernández. Pero la historia parece estar escrita. Los fantasmas no se van, la mala suerte lo persigue. Y, cuando parecía que el Rojo cortaba la racha de cinco partidos sin victorias y derrotaba a Unión, apareció Aleman faltando diez minutos para poner el 1-1. Y para darle un golpe más a un Diablo que sólo se asusta a sí mismo.
Independiente dividió el partido en dos. Fue protagonista en el primer tiempo, teniendo la pelota y creando sociedades entre Miranda, Montenegro y un movedizo Adrián Fernández, el pibe de 20 años que fue la apuesta de Gallego para esta finalísima.
Pero las segundas partes, dicen, muy pocas veces son buenas. Independiente dejó su rol protagónico para ser un actor de reparto, para ver cómo Unión se adelantaba en el campo y manejaba los tiempos. La orden vino desde el banco, con cambios que buscaron fortalecer en la lucha al mediocampo. Estuvo cerca de dar resultado: el Rojo contó con varios contraataques. Como Unión en el PT, no concretó sus chances. Y esta vez, fue el Tatengue el que aprovechó: Aleman apareció solo en el área, anticipó al arquero Rodríguez y cabeceó para poner el empate y llenar de nervios a un Independiente que no supo cómo reaccionar.
El punto no le sirve a Unión, que seguirá último en la tabla de los promedios y continúa evidenciando la falta de recursos de un equipo con destino de B Nacional. Pero la parda sí afecta a Independiente. Le suma otro capítulo más a la historia de terror que vive el Rojo, con un Gallego desahuciado y con un plantel que, con la cabeza a mil, no piensa en otra cosa que en negativo y se fue silbado al final. Todavía le queda algo de vida, le faltan diez fechas para torcer el rumbo. Pero cada vez quedan menos páginas para cambiar un final que da miedo.
Fuente: Diario Olé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario