Sin Cristian Núñez, el Aurirrojo careció de poder ofensivo, aunque en realidad le costó a la hora de armar juego. Con esta unidad alcanzó los 32 puntos, mientras que los tucumanos llegaron a 40, y quedaron muy lejos de los puestos de ascenso.
El primer tiempo se fue sin demasiado por reflejar porque ninguno de los dos pudo imponer su juego. Por lo tanto, las situaciones de peligro escasearon. El Aurirrojo tenía la obligación pero no conseguía armar sociedades; y la visita estaba cómoda con el resultado.
En el complemento salió Raymonda, se resintió de su lesión, y en su lugar ingresó Alfredo Ramírez. Con esto mandó a Sánchez Paredes a la derecha y fue la llave de Boca Unidos, y jugó con dos delanteros ya que Gonzalo Ríos se sumó a Villanueva en ataque, pero no le alcanzó para vulnerar a Lucchetti.
Una situación –al menos dudosa- se dio a la media hora del complemento cuando Diego Sánchez Paredes volvió a mandarse hacia el área y tras buscar el arco con un remate bajo pidió mano de Barone, quien se había arrojado para interponerse. El árbitro no lo entendió así.
Desde allí y hasta el final, ni las variantes ni las intenciones pudieron terminar por quebrar un cero grande para los dos. Poco fútbol, pocas situaciones y un punto por bando que deja a los correntinos con cuatro partidos sin perder y los tucumanos elevan a 10 los juegos sin caer en condición de visitante.
Desde allí y hasta el final, ni las variantes ni las intenciones pudieron terminar por quebrar un cero grande para los dos. Poco fútbol, pocas situaciones y un punto por bando que deja a los correntinos con cuatro partidos sin perder y los tucumanos elevan a 10 los juegos sin caer en condición de visitante.
Fuente: Diario Época.
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